10.11.06

Una Casa

Para Ana C.

Tiene las paredes altas
y desde encima se ve el mar
pero el mar es una niebla
es un cielo
una isla
suspendida sobre los techos
donde los gatos
hacen el amor
como si fuesen gentes
de otros tiempos
como perros que juegan
como insectos cerros luces
y gritan
y el mar y la isla quedan en el horizonte
pero el horizonte
ya sólo es ese humo
después del amor
y pelos de gato
que la brisa del mar trae
como si fuesen
plumas
hojas
polvo de gatos
en el cielo de las islas
que el mar y la neblina tapan
y confunden con los techos donde las antenas
se yerguen y acurrucan a la distancia

una paloma canta


y quizás diga
que
extraña
las migajas de pan que le echan
cuando en el horizonte
el sol
es apenas un dado
no del todo redondo
que cae
como al otro lado del muro
que no has de saltar
pero que deja
oír
que allí los niños juegan
y

una esfera cae del cielo


en tu pecho
en la distancia
de tu mano a la otra mano
que ansias
como si fuese la rama de un árbol
y cayeras
desde la fruta que apenas coges
y se escapa de los labios
como saliva
como si dijera
te quiero
y te amo y talvez no lo digo
y te hablo de gatos
islas
y niebla
porque el mar que vimos
esta lejos
y los pescadores rebajan el precio
de su pan que el mar sala
y tú y tu sentido de la justicia social
avanzan
por los maderos del muelle
mientras te miro
llevar de la mano a tu niño
y mi corazón se queda allí
a tu lado
y para siempre
que mires un mar en el cielo
un gato en tu casa
un fuego que salga de tus manos
el sol

en lo alto

de una montaña
donde una cruz corone las espinas
pequeñas y sumisas
del camino
los maderos
las piedras puestas unas sobre otras
para el tiempo de las lluvias
cuando en tu techo se deje sentir el agua
y una voz que te llame
y diga
estoy
en la puerta.